lunes, 30 de marzo de 2009

Abuelito


Recuerdo cuando te fuiste, abuelito.

Fue demasiado pronto, antes de que pudiera conocerte.
Recuerdo que cada una de tus arrugas era una historia por contarme. Tu pelo blanco, tu sonrisa eterna. La paciencia que tenías con todos nosotros.
La mirada del que un día fue valiente y lo perdió todo.

¡Qué injusto!

Todos te querían, te conocían y te respetaban, y yo apenas sí pude conocerte.

Pensaba que eras un recuerdo lejano perdido en mi memoria, y hoy, no sé por qué, te recordé. Las lágrimas empezaron a bajar, como intentando huir de un dolor que creía lejano. Y oí tu voz en mi cabeza, y vi tu pelo blanco. Y recordé que tu cara no tenía arrugas: tenía miles de sonrisas.

Y lloré por todas las historias que no pudiste contarme, y por todas las preguntas que no pudiste responderme. Y pensé: "¡qué corta es la vida!" y que quiero aprovecharla. Que no quiero volver a perderme ni un segundo de nadie.

Y que algún día, me cantarás la nana que no pudiste cantarme.

2 comentarios:

AdIvInA aDiViNaNzA... dijo...

ala! ya tienes el ``continuará´´ del anuncia de coca-cola jejejeje
;-)
**

Silmarwen dijo...

Pero mira que eres chunga... ya veo que la excursión no te ha cambiado... qué lástima...